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lunes, 20 de diciembre de 2010

"Cuentos creados por los niñ@s"

En este apartado iré colgando todos los cuentos que los niñ@s se han inventado en casa junto a sus familias.

Francisco y la espada

Érase un vez una bruja malvada llamada Natalia que tenía un hijastro llamado Francisco. En el lugar donde vivían había una espada incrustada en una piedra con un hechizo que hacía muchos años, le había echado la bruja Natalia y consistía en que sólo podía sacar la espada de la piedra un hombre fuerte. La intentaron sacar mucha gente, hombres y mujeres, pero nadie lo conseguía. Una noche, con la ayuda de la luna y las estrellas, el hijastro de la bruja Natalia, consiguió sacar la espada sin ningún esfuerzo. Y desde aquel día, Francisco, fué nombrado el rey del pueblo.

Autores: Francisco Jesús Moreno Ariza y su familia.


Pachín

Érase una vez un pirata llamado Pachín. Un día, iba caminando por el bosque y tenía mucha mucha hambre y quería ver si encontraba algo que echarse a la boca. Entonces, comenzó a subir y a subir.... hasta que llegó a lo más alto de una montaña. De pronto, se escuhó un ruido.... ¡ Era el gruñido de un oso hambriento que quéría comerse al pirata!. Éste, comenzó a correr y a correr lo más rápido que podía para que el oso no lo alcanzara y fué cuando en medio de su carrera, vió brillar una lámpara. La cogió, la frotó y de repente salió un genio al que le pidió un deseo. ¡Quiero que me encojas y me hagas pequeñito!. Y así lo hizo el genio. Entonces, el oso lo perdió de vista y se marchó. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Autores: Iván Luque Pérez y su familia.


La sirenita Luna y sus amigos

Érase una vez, una sirenita que se llamaba Luna. Un día, se fué a la orilla del mar y jugueteando con los pececillos, se encontró una botella clavada en la arena. Entonces, muy sorprendida dijo:
- ¡Oh!, ¿qué habrá dentro de esta botella?.
Apresurándola a abrirla, de pronto salió un mago con una alfombra mágica. El mago le dijo:
- Por sacarme de esta  botella te concedo un deseo y estoy a tu entera disposición.
La sirenita Luna y sus amigos del mar se pusieron muy contentos y le dijeron:
- Mago, ¡llévanos al bosque!.
Entonces, el genio llevó a Luna y a sus amigos al bosque montados en su alfombra mágica y volando por el cielo. Cuando llegaron al bosque, se encontraron con una ardilla y ésta les dijo:
- ¿Pero que hacéis ustedes en el bosque?, deberíais estar nadando en el mar.
Luna le contestó:
- Sí, pero es que un mago nos ha concedido un deseo y hemos elegido venir al bosque. Por cierto, ¿cómo te llamas?.
- Mi nombre es Chispita y éste pequeño animal que está a mi lado es un cangrejo que también llegó aquí mediante otro mago,se llama Mortadelo.
- ¡Oh! ¡Qué casualidad!. Bueno, pues si no es molestia nos gustaría que nos enseñárais el bosque tú y tu amigo Mortadelo.
- ¡Claro que os lo enseñaremos!, le contestó Chispita muy contenta.
Y todos los amigos se fueron juntos felizmente a conocer el bosque....

Autores: Ana Belén López Carmona y su familia.    


Paula: la sirenita exploradora

Érase una vez una sirenita llamada Paula a la que le gustaba mucho jugar, divertirse y explorar el fondo marino en compañía de su gran amiga Perla.
Un día de verano, jugando nuestras sirenitas al escondite, Paula encontró entre unas algas una lámpara que casi ni se veía de sucia que estaba.
Paula llamó inmediatamente a Perla;
-¡Perla, Perla!, mira lo que acabo de encontrar
-¿Qué es? preguntó Perla,
-Parece una lámpara, ¡rápido! ¡limpiémosla!.
Limpiaron y relimpiaron la lámpara hasta tal punto que brillaba más que el mismísimo sol, tanto la frotaron y frotaron que salió de ella un guapísimo joven que les dijo:
-Gracias chicas por haberme liberado del hechizo que me tenía preso desde hace cien años. Soy el hijo de Aladín y tengo el poder de concederos un deseo a cambio del inmenso favor que me habéis hecho.


Después de un buen rato pensado, nuestra aventurera Paula exclamó en voz alta:
-¡Ya lo tengo! ¡ya se lo que queremos Perla!, pediremos una alfombra voladora para que podamos explorar nuevos mundos más allá de este inmenso y profundo mar, ¿te parece bien Perla? ¿qué opinas?.
-Me parece maravilloso Paula, ¡que buena idea!.
-Pues, ¡deseo concedido!, dijo el joven Aladín, y de la lámpara salió una gran alfombra con un millón de colores que podía volar. Rápidamente, las sirenitas subieron en ella, subieron a la superficie y sobrevolaron la gran ciudad, con sus edificios, sus coches, sus parques, sus niños y su gran ruido y contaminación….
Quedaron sorprendidas al ver ese mundo nuevo que jamás podrían  imaginar y regresaron al fondo marino totalmente emocionadas. Tanto les gustó la experiencia que decidieron volver cada domingo.
Pasadas unas semanas las sirenitas empezaban a aburrirse de ver siempre lo mismo y dijeron de ir a la gran montaña que había a lo lejos. Subidas en su alfombra mágica llegaron hasta allí. Ahora si que quedaron boquiabiertas al ver la gran belleza que el bosque albergaba. Nunca podrían imaginarse lo que veían sus ojos, árboles de todas las formas y tamaños, ríos, cascadas, nieve en las cumbres mas altas, animalitos con patitas tan diferentes a ellas…
Se adentraron en el bosque descendiendo su alfombra y se presentaron ante todos los animales (ciervos, castores, pajarillos, ratones, ardillas, conejos…) que las miraban extrañadísimos:
-¡Hola!¡somos Paula y Perla! exclamaron.



  
Inmediatamente, sin salir de su asombro, todos los animales se colocaron formando un círculo alrededor de ellas y empezaron a preguntarles cosas del fondo del mar y las sirenitas preguntaban sobre el bosque y sus habitantes.
Así fue como sus aventuras dejaron de ser aburridas y como cada domingo acudían sin faltar ni uno solo al bosque, a realizar una asamblea donde intercambiaban sus vivencias. Sirenitas y animales terrestres, se hicieron tan amigos que llegaron a conocer el fondo marino como si hubiesen vivido allí toda su vida. Y… colorín, colorado, este cuento se ha terminado.  

Autores: Paula Galán Luque y su familia.

                                     
El fantasma blanco y el hada ColoriNa


  
En un país muy lejano vivían unos príncipes con sus dos hijitos. Habitaban en un enorme castillo.



El castillo estaba encantado y había en él un triste fantasma blanco y un hada madrina, Colorina, que tenía una varita mágica.
El hada madrina Colorina quería animar al triste fantasma blanco y como su varita era mágica, de vez en cuando, gastaba bromas al triste fantasma blanco.

¿Qué bromas gastaba el hada Colorina al triste fantasma blanco?

Pues, veréis…

 Cuando amanecía y el triste fantasma blanco se quedaba dormido, el hada madrina Colorina lo tocaba con su varita mágica y cada día al llegar la noche el triste fantasma blanco ya no era blanco; era:

El lunes de color azul;


El martes de color amarillo;



El miércoles de color verde;

El jueves de color naranja;
El viernes de color rojo;


El sábado de color violeta;
Y el domingo de color rosa.
Este cambio de colores del fantasma lo convirtió en el alegre fantasma Arco Iris.

Y nunca más estuvo triste ni asustaba a nadie, sino que los niños le pedían las sábanas para jugar al escondite o para disfrazarse.
                                        

Y así el castillo encantado se llenó de color y alegría, gracias a la magia de la varita del hada madrina Colorina.


Autores: Ángela Mata y su familia.


LOS SUEÑOS DE OSCAR
Era de noche y Oscar no quería irse a dormir, tenía miedo, estaba oscuro y soñaba con brujas. Su mama le dijo que los sueños eran cuentos y la bruja de su sueño era buena y no estaba oscuro porque su amiga la luna alumbraba sus sueños.
Esa noche cuando Oscar soñaba se encontró con la bruja




Y se acordó  de lo que le dijo su mama que lo que soñaba era un cuento y la bruja era buena así que le dijo:
_Hola soy Oscar ¿tu cómo te llamas?
La bruja le dijo:

Me llamo Sani y estoy buscando a mi amigo Gastón que es un dragón muy bueno, se metió en el bosque y no sale pero como está muy oscuro no lo encuentro ¿me ayudas? Le pregunto Sani a Oscar.
Oscar le dijo que le pediría a su amiga la luna que les alumbrara.
Iluminados por la luna se adentraron en el bosque en busca de Gastón .Al poco rato lo encontraron, estaba enredado entre unos matorrales llenos de espinas y no se podía soltar.





Sani le dio a Oscar una espada mágica para que ayudase a Gastón.

Con mucho cuidado Oscar corto los matorrales y lo libero. Gastón estaba muy contentó monto a Oscar y a Sani sobre él y se fueron a visitar a su amiga la luna para darles las gracias, porque en los sueños como en los cuentos todo es posible.  
Oscar se despertó pero sabía que nunca más tendría miedo de irse a dormir porque sus amigos lo estaban esperando.

 Autores: Pedro Nadales Luque y su familia.
                                    

EL REY ECO.

En una ciudad llamada "Alcantina" vivía un rey llamado Eco el cual, era muy bueno con los niños porque les daba muchos regalos y tesoros. Un día, iba Eco paseando por el campo cuando se encontró con una cueva muy profunda y oscura.
Eco, como era muy curioso, quiso entrar. Dentro de la cueva se encontró con un pirata y entonces empezaron a luchar con sus espadas pero, como la del rey Eco era mágica, le ganó la batalla. Como Eco era un rey muy bueno le quiso regalar su espada al pirata y éste en agradecimiento le ofreció un tesoro que poseía.
El rey se puso muy muy contento. Abrió el tesoro y encontró una caja llena de monedas, montones de joyas y muchos juguetes para los niños.
Colorín colorado, con este montón de joyas, este cuento se ha acabado.

Autores: Francisco López y su familia.

LA VARITA MÁGICA

Había una vez una hada que se llamaba Ana. Un día iba caminando hasta que llegó a un puente donde se encontró con un ogro. Éste que era muy muy malo le quitó la varita mágica. Ana salió volando con sus alas detrás del ogro hasta que consiguió alcanzarlo y recuperó su varita. Mientras corría, el ogro resbaló y cayó en una olla mágica que lo convirtió en un ogro muy pequeñito así que, desde aquel día, ya no volvería a hacerle daño a nadie. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Autores: Juan Luna y su familia.

ALISIO EL CÍCLOPE
 
Érase una vez un valiente marinero a quien llamaban "ALISIO" en honor a los fuertes vientos que soplaban en la isla donde vivía, rodeado de buenas gentes que se dedicaban felices a las faenas de la pesca.
Alisio era un mozo diferente; fuerte y valiente que tenía un sólo ojo en el centro de su frente.
Tenía un barco del que era capitán y todos los hombres de su tripulación le querían y respetaban.
Un día, decidió salir con su barco a un largo viaje en busca de "la isla de los cíclopes" donde viven personas como él, según le contó una vez un viejo marinero. Estaba decidido a buscar una compañera porque se sentía muy solo.
Pero ese viejo marinero le advirtió de un gran peligro. Antes de llegar a su destino se encontraría con la isla de "irás y no volverás" que atraía a los barcos con unos preciosos cantos de sirenas como un imán y se decía que nunca ha vuelto nadie que se haya acercado a sus costas.
Decidido emprendió su viaje y cuando se acercaron a la isla de las sirenas escuchó sus cantos maravillosos y rápidamente, gritó a sus hombres:
- ¡ Rápido, rápido! taparos los oídos con estos algodones y a mi, atadme con cadenas al palo mayor. No podemos llegar a esa isla...
Y con los oídos tapados su ayudante guió el barco hasta la isla de los cíclopes, donde Alisio encontraría la felicidad.
 
Autores: Salvador Jurado Varona y su familia.
 


                                    


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